“Sociedad del conocimiento” o “sociedad de la información” son conceptos que últimamente están en boca de todos, especialmente de quienes hablan y opinan de educación. ¿Qué se entiende por este concepto? ¿Por qué toca tanto a lo que a educación se refiere? Son preguntas que Karsten Krüger, doctor en sociología, intenta responder. La noción toma fuerzas a partir de las nuevas formas de producir conocimiento y de considerarlo como uno de los factores claves en el crecimiento, junto con el capital y el trabajo, además nos indica la importancia de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y su utilización en los procesos económicos. (Krüger, 2006).
Ottone y Hopenhayn (2007) proponen que la información y la comunicación son dos grandes desafíos que nuestro sistema educativo tiene que saber enfrentar. La tecnología no sólo son avances y oportunidades sino más bien un lenguaje que hay que aprender e incorporar a la escuela como una fuente enriquecedora para el aprendizaje, más que un rival o algo que nos invada e incomode.
Pero no sacamos nada bombardeando los distintos establecimientos educacionales con infraestructura, computadores, acceso a Internet, software y programas computacionales si es que no contamos con docentes capacitados para hacer, realmente, parte de nuestras planificaciones este nuevo lenguaje: las TIC. Es por eso, que me llamó la atención un artículo del diario El Mercurio que salió hace unos meses atrás, titulado “¿Es usted un sensei tecnológico?” Es un test muy simple, pero que nos hará reflexionar sobre ¿qué tan tecnológica y digital es nuestra vida? y por otro lado ¿qué tanto de esto, considero como un aporte en mi práctica docente? ¿soy capaz de transmitir la utilidad que nos entregan todos estos espacios tecnológicos? ¿estoy al tanto del acceso que tienen mis alumnos a estos productos y fuentes de conocimiento?
En fin, son muchas las reflexiones que podemos realizar a partir de este tema, pero lo importante es que sepamos tomar las decisiones pertinentes. Si es que estoy cercano a ser un “sensei tecnológico”, entonces cómo complemento esto con la sala de clases y si es que estoy lejos de llegar a serlo, entonces qué medidas voy a tomar para instruirme y hacer de mis alumnos, hombres y mujeres que puedan responder y desenvolverse satisfactoriamente a esta sociedad del conocimiento. ¡Mucha suerte… y que la tecnología los acompañe!
Referencias:
- http://blogs.elmercurio.com/cienciaytecnologia/2009/01/18/es-usted-un-sensei-tecnologico.asp
Ottone, Ernesto , Hopenhayn, Martín. “Desafíos educativos ante la sociedad del conocimiento” en Revista Pensamiento Educativo Vol. 40. nº 1. 2007. P. 13-29
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