lunes, 23 de noviembre de 2009

Antes del Transantiago

El conocido Transantiago, para algunos, culpable de atrasos y demoras en los viajes, para otros, un avance en el transporte público. Sea cual sea la posición, lo único claro es que este sistema está enmarcado dentro de la historia del desarrollo del transporte público en Santiago, el cual desde sus inicios ha sufrido muchas modificaciones, ya sean estas para bien o para mal.


A comienzos del siglo XVII, cuando en Europa se estaba originando el sistema de transporte público, en Santiago la movilización se encontraba a cargo de vehículos de tracción animal.


Ya en 1857, Chile se convirtió en el primer país en Sudamérica en contar con un tranvía urbano de tracción animal. “La carrocería era de madera, con una capacidad de 32 pasajeros sentados. El trayecto era entre la Estación Central y la Alameda con Arturo Prat, entonces Nueva San Diego”.(Nuestro.cl)


Luego de los viajes a cargo de la tracción animal, en Agosto de 1896 se dio paso a la electrificación del transporte público, a cargo de Santiago Ossa, uno de los pioneros en este sistema. A partir del año 1990 este proyecto se concretizó, llegando a cubrir toda la ciudad y funcionando las 24 horas del día.


Las famosas micros aparecieron recién en el año 1919 bajo las marcas Ford y Buick. Y ya en estos años se podía observar a las personas viajando “colgadas” en las pisaderas laterales, buscando la forma de superar la capacidad de 25 pasajeros con que contaba este transporte.


Y no solo esta mala costumbre se arrastra desde esos años, el eludir el pago del servicio ya estaba presente en 1925, donde para cancelar se debía depositar el dinero en una caja transparente, pero muchos introducían “botones, ruedas de lata o cartón, o golillas del mismo tamaño y color de la moneda que se cobraba”.(Nuestro.cl)


También llegó a nuestra capital el trolebús, en el año 1947, y fue el mismo presidente del país Gabriel González Videla quien condujo el primer recorrido. Fue este sistema de transportes el que se encargó de sacar de circulación los tranvías, los cuales desaparecieron finalmente en los años 50.


Muchos recordarán que las micros, o también llamadas liebres, recorrían la ciudad con su diversidad de colores, y eran conocidas no por sus números como el sistema actual, sino que por los nombres de sus recorridos, por ejemplo: Las rejas, Matadero.


Una etapa clave dentro del sistema de transporte en Santiago lo representa la creación del Metro a principios de los años 70, lo cual significó una modificación completa a la estructura de la movilización colectiva.

Finalmente, en el año 2007 se implementó de forma completa el polémico y no muy bien recibido proyecto de Transantiago, el cual “obedece a la idea de maximizar la capacidad y calidad de transporte del sistema (número de personas que se pueden transportar por hora) y no la capacidad vial (número de vehículos que pueden circular por hora)”.


Por medio de los cambios propuestos, se esperaba atacar los grandes problemas que existían en relación al transporte, como lo son la contaminación, la congestión y la seguridad.


Observamos así como el transporte público en Santiago ha sufrido grandes transformaciones desde sus inicios, y seguramente estos seguirán sucediendo siempre en busca de mejores servicios.Y como sucede en todo ámbito, no siempre las decisiones tomadas pueden ser las acertadas, pero lo importante no es simplemente quedarse en la crítica, sino que se deben buscar las opciones para aprender de los errores y valorar los aspectos positivos que muchas veces no vemos con facilidad.

Bibliografía

-Nuestro.cl. El sitio del patrimonio cultural chileno. Extraído desde

http://www.nuestro.cl/chilecronico/transporte_oses1.htm

-Biblioteca del congreso nacional de Chile. Extraído desde http://www.bcn.cl/carpeta_temas/temas_portada.2005-10-28.8724592042

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