sábado, 5 de septiembre de 2009

Educación para la salud

Según la Agencia de Información y Actualización Médica, Masalud , en su página web Pediatraldia.cl “Los altos índices de obesidad infantil que se observan en Chile se deben, en gran medida, a las deficiencias en los programas de educación física y formación de profesores, lo que dificulta la prevención del sedentarismo en los niños”. Con esta afirmación se le está atribuyendo al sector docente una gran cuota de responsabilidad por la vida poco saludable que están teniendo los niños en edad escolar, y que luego repercutirá en la calidad de la salud de los ciudadanos adultos de nuestro país.

Y esta afirmación es totalmente cierta, porque la tarea de un profesor no debe reducirse a desarrollar habilidades cognitivas en el niño, entregar contenidos y prepararlos para las pruebas nacionales. Somos ante todo EDUCADORES, y debemos entregarle a los niños herramientas para desarrollar al máximo sus potencialidades cognitivas, sociales, motrices y morales, de manera tal de contribuir a la formación integral, donde la calidad de vida influye fuertemente.

Según el INTA entre los años 1987 y 2005, la prevalencia de obesidad aumentó desde el 8,7 al 18,5% en los niños y niñas que ingresaron a primer año básico en las escuelas públicas del país, y esto es causado por la poca actividad física que realizan los niños y la alimentación poco saludable que consumen.


Como vemos, fomentar hábitos de vida saludable se convierte en una poderosa herramienta para combatir los problemas de salud en los niños.

Pero combatirlos por qué:

De esta manera si logramos desarrollar en los niños hábitos de vida saludable, donde se incluya una dieta balanceada y actividad física frecuente, además de prevenir todos estos efectos nocivos de la obesidad, se contribuye a:

Observamos así que una buena calidad de vida se convierte en una gran ayuda para el desarrollo integral del niño, influyendo también positivamente en el ámbito académico.


La familia y la escuela son los encargados de educar al niño, pero en el tema de alimentación y salud, muchas veces la familia tampoco se encuentra capacitada para esto, mas bien en ocasiones son quienes contribuyen a prácticas indebidas de alimentación. Por lo tanto se hace necesario que los profesores no nos hagamos los sordos frente a temas como éste y los trabajemos en el aula de clases, ya que es en la edad escolar donde se forman los hábitos de comportamiento que luego influirán en la forma de ser una vez adultos. Esto se puede hacer de la siguiente manera:

  • Fomentar actividades sociales, tales como teatro, música, entre otras, que mantienen al niño en actividad evitando prácticas sedentarias y el comer por aburrimiento.
  • Educar sobre conductas responsables al consumir productos alimenticios, como por ejemplo aprender a leer la información de las etiquetas de los productos y ser críticos frente a la influencia de la publicidad que incita a consumir cierto tipo de productos.
  • Mostrar las posibles consecuencias de la mala alimentación y falta de actividad física y los beneficios que éstas traen para la vida.
  • Preocuparse por los propios hábitos de vida saludable para intentar ser un modelo para el alumno.
  • Fomentar los deportes entre los niños.
  • Proponer iniciativas para mejorar el tipo de alimentos que llevan de colación los alumnos.
  • Informarse sobre temas de alimentación para poder enseñar a los alumnos.
  • Incluir en el aula tareas que involucren movimiento y actividad física.
  • Promover la reflexión entre los alumnos sobre sus hábitos alimenticios y los de su familia.

Pero es necesario destacar que no solo el profesor debe tomar medidas en el asunto, sino que la sociedad debe ayudarle en esta tarea desde diferentes ámbitos. Primero desde la formación docente, preparando a los futuros profesores frente a temáticas de esta índole, y esto no solamente dirigido a los profesores especialistas de educación física, sino también a los profesores básicos generalistas que son quienes pasan la mayor parte del día junto a los niños. Segundo otorgándole más importancia al subsector de educación física dentro del currículum nacional, que no se vea como un momento solo de diversión, sino que tome el lugar que merece dentro del desarrollo de los alumnos, buscando formar ciudadanos responsables con el cuidado de su cuerpo, el uso de su tiempo y la alimentación. Finalmente incorporando temáticas de este tipo dentro de los contenidos mínimos obligatorios, ya que la única forma que un niño tiene de saber que debe cuidar su salud es aprendiendo sobre ello. “La salud dentro de los currículos educativos debe ser considerada prioritariamente desde su aspecto preventivo con el propósito de contribuir a la construcción de las actitudes adecuadas basadas en la comprensión de los riesgos que conllevan los hábitos nocivos” (Santos, 2005)


Documentos que pueden servirte para trabajar con los alumnos


Guía de alimentación sana escolar del INTA


Programa para descargar con actividades por nivel para una educación en alimentación y nutrición del INTA (Educación en alimentación y nutrición para la enseñanza básica)



Bibliografía

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